Tuesday, May 19, 2015

Mujeres Latinoamericanas en Suecia contestan a crónica de corresponsal sueca para Latinoamerica

El día 15 de mayo la Radio Suecia, transmitió una crónica realizada por Lotten Collin, quien es corresponsal para latinoamerica. La crónica despertó muchas críticas en la comunidad de mujeres latinoamericana residente en el país nórdico. 

Por Sofia Sanchez

La crónica "Primero madre, después mujer, después humana" de la corresponsal Collin ha levantado muchas reacciones negativas.. Un grupo de mujeres latinoamericanas se organizaron a traves de un grupo creado en Facebook para darle respuesta a la crónica. Cincuenta mujeres han firmado el escrito el cual ha sido enviado a diferentes medios de comunicación para que esta sea publicada y dejar bien marcado que las mujeres latinoamericanas son mujeres de lucha histórica. y que hacen oir su voz en el campo, la ciudad y en la calles exigiendo respeto y reinvindicaciones.
Son muchas mujeres en Latinoamerica que han muerto defendiendo sus derechos y luchando en contra de las dictaduras en latinoamerica. Por ejemplo en Nicaragua las mujeres campesinas del Cuá apoyarón y estuvieron en la carcel por luchar contra la dictadura de 50 años de la familia Somoza. Hoy estas mismas mujeres siguen defendiendo sus derechos como mujeres y la lucha en Nicaragua es fuerte por obtener sus reinvindicaciones en la sociedad y ser participe de los cambios políticos y sociales.
Las mujeres latinaomericanas siguen luchando por el derecho a la tierra, por educación a sus hijos, por la salud, exigiendo respeto, un espacio en la sociedad y por su libertad como mujeres. No es cierto que las mujeres latinoamericanas han tomado el camino del útero para ser escuchadas.
Dos mujeres campesinas y luchadoras del Cuá

Aqui les dejo la la nota escrita y enviada a Radio Sueciapor parte de las mujeres latinoamericanas en Suecia. 
 Foto del Grupo de Mujeres Latinoamerinas

El vienes 15 de mayo escuchamos con consternación la nota de la corresponsal de Radio Suecia, Lotte Collin, en relación al ”Día de la Madre”. En el mismo, pretende dar muestras de entender a ”la mujer latinoamericana”, pero lo hace en términos muy generales.

De manera colonialista se arroga Collin a priori una interpretación de cómo son y piensan las ”mujeres latinoamericanas”, afirmando que ”… en América Latina las mujeres siempre han tomado el camino del útero para hacer oír su voz. Es a partir de allí, desde el útero, que el activismo por la paz, la crítica a los gobiernos y la demanda de derechos humanos toma impulso. Los ejemplos son muchos y exitosos. Las Madres de Plaza de Mayo en Argentina, Mujeres por la Paz en Colombia se apoyan en su calidad de mujeres madres y pacificas en contraste con la belicosa de los hombres”.

Además de intentar reducir la lucha de todo un continente, ella desconoce también la toma de conciencia y de posición política detrás del compromiso de las mujeres latinoamericanas en los últimos cinco siglos. Desconoce nuestras antepasadas, las que dirigieron la lucha anticolonial en defensa de territorios, como líderes de tropas de mujeres o mezcladas, independientemente de que fueran madres o no. Desconoce las mujeres de la selva tropical que con su resistencia a la invasión dieron nombre a la Amazonia. Desconoce a líderes anticoloniales como Bartolina Sisa, Micaela Bastidas, Juana Azurduy, Manuela Sanz, Javiera Carrera y otras.

El desconocimiento histórico de Collin hace que pierda de vista que las Madres de Plaza de Mayo y la lucha de otras ”madres” en la región no trataban de glorificar la maternidad sino de una lucha contra las dictaduras, por la democracia y contra la impunidad. Pierde de vista que una parte de las mujeres, madres o no, en su esfuerzo por recuperar la democracia, también tomaron las armas al igual que lo hacen hoy las mujeres kurdas en Kobane.

La corresponsal hace invisible la lucha que en cada país se lleva adelante por el derecho a decidir sobre el propio cuerpo sin la injerencia del Estado o la Iglesia. Esta puede ser una brega por el derecho al aborto libre o por el derecho a ser madres. Es decir contra las esterilizaciónes forzadas racistas practicada por el Estado peruano en la década de 1990. Ella pasa por alto también que muchas Madres de Plaza de Mayo apoyan la lucha por el derecho al aborto y que las Mujeres por la Paz en Colombia no hablan en términos de ”hombres belicosos” sino que se expresan en términos de estructuras. Por eso condenan el patriarcado y el militarismo que utiliza la violencia sexualizada como un acto de guerra.

Hubiéramos deseado que Collin, en el Día de la Madre, hubiera visitado por ejemplo las mujeres en el valle de Tambo en Perú, que por defender el agua recibieron de regalo bombas de humo. O los territorios Mapuche en Chile o Argentina? O las plantaciones de café en América Central? Probablemente hubiera descubierto entonces que muchas mujeres en América Latina, ya sean madres o no, durante el Día de la Madre y al igual que cualquier día del año, estuvieron en las barricadas defendiendo la vida! Viejas y jóvenes, sin hijos, con los niños colgando en la espalda, embarazadas o no. A veces junto a sus maridos y compañeros, a veces a pesar de los hombres, en defensa de los derechos y justicia global.

Collin también parece perder de vista algo más peligroso para las mujeres que la histeria de los regalos en el Día de la Madre es hoy la invasión neocolonial en la región. Invasión en la que Suecia también es co-responsable a través del sobreconsumo a costa del desgaste y el abuso de las personas y la Naturaleza. Que a veces se expresa en el apoyo financiero a través de los fondos de pension AP. Se trata de una invasión que priva del agua y de la tierra. La reportera olvida incluso que, ”el café del Día de la Madre” que se servirá aquí el 31 de mayo fue cultivado allí por madres y no madres; que los regalos que se venden aquí están producidos con materias primas saqueadas en América Latina y en otras partes del mundo. Que también las rosas que recibirán las madres fueron cultivadas por campesinas, madres o no, que se desgastan en las plantaciones de flores que quitan terreno y agua a la producción de alimentos como parte de un orden mundial injusto

Estas luchas se basan en la justicia y la solidaridad. Por lo tanto, es totalmente inaceptable que las luchas que llevaron y llevan a cabo las mujeres en América Latina se reduzcan y hagan invisibles como hace Lotte Collin. Estas personas y estas luchas exigen respeto!

Nosotras, las que firmamos esta carta, somos mujeres que vivimos en Suecia y tenemos raíces en América Latina. Hemos vivido allí por diferentes períodos y en Suecia tenemos una visión amplia de cómo ha sido y es la lucha de la mujer y feminista en América Latina. Por lo tanto, creemos tener prioridad sobre estos temas. Tenemos en común nuestro compromiso con la justicia global, por lo tanto, exigimos respeto!

Firman: 50 mujeres con raíces en América Latina
Carmen Blanco Valer
Juana Eliana Gonzales I.
Marisol Aliaga
Erika Murga
Jeannette Escanilla
Marta Cuesta
Daniela Duchens Harnisch
Amelia Morey Strömberg
Ethel Del Gaisso Schaa
Olinda Mena
Mari Eli Ahumada
Delsante Margarita
Katerin Mendez
Ana Maria Sabio
Gladys Gomez Lozano
Marcia Godoy
Blanca-Lilia Lozano
Cecilia Balbotin
Soledad Quintana
Zarah Östman Pittaluga
Ruth Samari Cartaya
Maria Diana Starck
Marita Rodriguez
Laura Arévalo
Gilda Cordova
Elizabeth Orellana Bravo
Gladys Aranibar
Claudia Guzman
Beatriz Piñeda
Veronica Lagunas
Ebba Elena Karlström
Alejandra Morales
Marcela Elofsson
Anairis Sanchez
Mirtha Veronica Castillo
Marjorie A.Bascur
Katia Ibarra
Vania Ramirez
Milka Saxlund
Dulce Patricia Arafat
Julieta Askergren
Patricia Lagunas
Lorena Delgado Varas
Maritza Decebal-Cuza
Carmen Escobar
Edith Garcia
Andrea Zimmermann Rojas
Elena Gutiérrez Ros
Maria Teresa Moreira
Isabel Costa
Silvia Leiva

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